El Jessop tiene un corte un poco más largo que el polo promedio, con un ajuste ajustado que alcanza el punto ideal entre clásico y delgado. Las costuras selladas en los hombros y un piqué de punto de diamante único aseguran que nunca pierda esa forma perfecta. El polo Jessop se distingue por sus llamativos ribetes de dos tonos en los puños, el cuello y la tapeta delantera.