Alivio muscular: La sal de Epsom ayuda a relajar y revitalizar los músculos cansados y adoloridos.
Reducción del estrés: Los aceites esenciales proporcionan un efecto calmante que alivia la tensión y mejora el bienestar general.
Aromaterapia relajante: La lavanda ofrece una fragancia relajante que promueve la calma y la relajación.
Exfoliación suave: También se puede utilizar para exfoliar la piel, ayudando a eliminar células muertas y dejarla más suave.